Centro histórico pequeño y pintoresco
Estas viejas construcciones de madera, que un día, hace muchos años, formaron parte de las granjas de que dieron vida a Rekyavik constituyen hoy, el corazón de esta ciudad.
Hoy, albergan tiendas para turistas, galerías de arte, cafés, bar y restaurantes. Caminar entre ellas se convierte en un paseo de lo mas agradable, y por supuesto, fotografiarlas y admirar sus detalles, toda una experiencia.
Algunas están señaladas como monumentos históricos y están marcadas con leyendas que narran quienes las habitaron y que función desempeñaban en la sociedad de antaño.
Un centro histórico pequeño, pintoresco en un ambiente festivo y tranquilo al mismo tiempo.