Catedral de San Pablo

Quizá una de las catedrales más espectaculares e imponentes de Europa, Saint Paul se levanta, como ave fénix, sobre los restos de una anterior iglesia medieval ( la primera de Inglaterra) que fue arrasada hasta los cimientos por el Gran Fuego de 1666.

Para los ingleses, y londinenses en especial, esta catedral guarda tanto valor simbólico, que el mismísimo Churchill, preguntaba si seguía en pie después de cada bombardeo alemán. Y no es para menos, ya que todo en ella parece tener un halo de unicidad que la convierten en indispensable para los amantes del turismo religioso, arquitectónico e histórico.

La Catedral de San Pablo es la catedral de Londres. Es la segunda catedral más grande de Europa; solo la adelanta la de San Pedro de Roma. Para entrar hay que pagar entrada, unas 16 libras. Podréis pasear por la nave, bajar a la cripta (donde se encuentra la tumba de Wellington), pero lo que yo os recomiendo encarecidamente es que subáis a la cúpula. La subida no es fácil, primero subiréis más de 200 escalones pequeños hasta llegar a lo que se llama la Bóveda de los Susurros, que conforma la base de la cúpula. Esta bóveda es curiosa, si te sientas en uno de los asientos y te pones a hablar con alguien, aquella persona que se encuentre justo en el lado opuesto al tuyo, podrá escuchar lo que estás diciendo; de ahí su nombre.

St. Paul es la imponente catedral obra maestra de Christopher Wren, donde se casaron Carlos y Diana en 1981, que sustituyó a la que se destruyó en el incendio de 1666. Construida entre 1675-1710, tiene 170 m. de longitud, y su cúpula es la más grande del mundo después de la basílica de San Pedro en Roma (mide 112 m. de altura y 30 m. de ancho).
En la cripta se pueden encontrar las tumbas de importantes personajes como el almirante Nelson, Wellington o Lawrence de Arabia, y si subimos hacia arriba llegamos a la "galería de los susurros" (de la que se dice que transporta los murmullos al otro lado de la sala), y al final del todo, tras 727 escalones, un espléndido mirador del que disfrutar de una vista panorámica de toda la ciudad.