Bretagne
austeridad y elegancia
Dos grandes torreones te reciben sobre la puerta de la catedral. Los campanarios del templo retumban kilómetros fuera de la ciudad. Una mole de granito tallada con el máximo cuidado, convirtiéndola en la más bella de la región. Al entrar, te parecerá estar en un templo ortodoxo. La austeridad y elegancia sobria de la fachada principal rompe con el interior. Alicatado del suelo al techo, todo tiene un ambiente de lo más lujoso y llamativo. Sorprendente para locales y foráneos, este templo reúne estilos arquitectónicos de toda clase rompiendo la estética de cada momento.