Sin querer menospreciar a los...
Sin querer menospreciar a los ibicencos, la catedral de Ibiza no lo parece, es decir, es bastante austera y no muy grande. Esto se debe en parte a que el templo tuvo función de torre vigía y de defensa, por eso parece más una prolongación de las murallas que una catedral.
La iglesia se empezó a construir en el siglo XIII aunque sufrió reformas hasta el XVIII. El interior es bastante moderno debido a que en el 36 la catedral sufrió un incendio en el que, entre otras cosas, se quemó el retablo dedicado Nuestra Señora. El actual es una copia del original, aunque es interesante.
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