Castro Urdiales

Castro, la antigua localidad marinera a la que los romanos llamaban Flaviobriga, es un pueblo costero cántabro muy cercano a la frontera con Euskadi/País Vasco en la que podremos disfrutar de un animado ambiente cualquier fin de semana o día festivo. Atención a la hora de aparcar ya que puede llegar a ser complicado. Aconsejo en el espigón que hay en el paseo marítimo, ya que además es gratuito.

Se trata de una localidad con un puerto pesquero y una industria del mar muy potente, en la que podremos encontrarnos restarurantes para comer un pescado y un marisco fabuloso, unos bares para degustar unos pintxo también muy buenos (las croquetas de txipiron de la Cierbanata en la plaza del ayuntamiento están exquisitas), tiendas para comprar conservas (especialmente Lolín y sus anchoas, qué ricas!!!).

Castro Urdiales es un pequeño paraíso marinero situado en el extremo oriental de Cantabria.

Lo que mejor puedes hacer para divisar las maravillas que ofrece este pueblo es empezar la mañana paseando por su centro histórico, aquí se encuentran sus construcciones más emblemáticas.

El recorrido comienza en la dársena formada por cuatro muelles que resguardan a las coloridas embarcaciones del oleaje del mar cantábrico, aquí se encuentra el ayuntamiento imponiéndose en una plaza pedregosa rodeada de casas con soportales y balcones de madera.

Si seguimos andando llegaremos al puente medieval y a la ermita de Santa Ana, desde aquí se pueden tomar hermosas instantáneas con el mar de fondo. El puente comunica con el castillo-faro y la iglesia de Santa María de la Asunción, la más importante de estilo gótico de la región. Resulta muy interesante subir a la cima del castillo-faro ya que se puede observar toda la zona desde arriba subiendo por un ascensor de cristal y en su interior suelen hacerse exposiciones de pintura, escultura, etc.

Sin duda, es uno de los pueblos costeros más bonitos que se pueden visitar en Cantabria y bajo mi punto de vista, también de España. La primera vez que fui me conquistó, y desde entonces no he parado de visitarlo. Limitando con el País Vasco, este último pueblo de Cantabria es una maravilla. La Iglesia gótica de Santa María es una preciosidad, y el puerto está muy limpio y muy bien cuidado. Además las dos playas que posee también son muy bonitas y están muy bien cuidadas. Por último hay una gran cantidad de restaurantes y bares que te dejan muy buen sabor de boca, puesto que la gastronomía es uno de los grandes atractivos de Castro Urdiales.

Situado en el extremo oriental de Cantabria, muy cerca de Bilbao, este lugar ha sido ciudad de veraneo para la alta sociedad de la zona durante años, así lo atestiguan las fantásticas casas a orillas del mar Cantábrico, este lugar todavía tiene cierto regusto clasista. Hay agradables hoteles, restaurantes, y todo tipo de servicios en este lugar de veraneo que es la tercera ciudad más grande de Cantabria. El casco antiguo es precioso, hay que visitar la Iglesia de la Asunción, con gran valor artístico.