El castillo de un Obispo
Descubrimos este castillo por pura casualidad, al tomar un desvío de nuestra carretera habitual por cambiar de ruta, al pasar por la aldea de Norham. Lo curioso es que la visita es gratis, no está mal cuidado del todo (a pesar de que los jóvenes del pueblo suelen usarlo como parque) y que sigue siendo el centro de la villa.
En la actualidad en ruinas, la historia de este castillo está relacionada con una de las ciudades de mayor importancia en el Norte de Inglaterra durante la Edad Media: Durham. Fue pecisamente el obispo de esta ciudad quién mandó construir este castillo con funciones defensivas en la rivera del río Tweed. Una de las fronteras naturales más inmediatas con el país vecino, Escocia. El castillo fue asediado en 9 ocasiones por soldados escoceses, siendo conquistado en 4 de los asedios. En el siglo XVI el castillo fue finalmente tomado por los ingleses que lo modernizaron sacándolo de la época medieval. Tras la unión de los reinos en el siglo XVII, el castillo fue paulatinamente abandonado debido a que ya no había necesidad de una fortaleza defensiva en esa zona. Esa fue su condena a las ruinas.