ANADEL
No tiene desperdicio
La plaza de la iglesia no tiene desperdicio, ni llegó a estar asfaltada, tierra y piedrecitas que llevan a lo alto del cerro donde está el cementerio y desde el que se ve un paisaje de impresión, con los cortados que hizo el río Cañada.
A la localidad se le concedió una carta de población en 1197, fue conquistada y entregada a los templarios, y pudo estar amurallada, hecho que certifican los lienzos de muro que hay junto al cementerio.
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