El castillo resucitado por sus vistas
Desde Edimburgo, con dirección a la costa este (a North-Berwick) llegamos a la aldea de Dirleton, famosa por su castillo y aun más por los jardines del mismo.
Lo curioso es que el castillo, que hoy pertenece al gobierno, ha llegado en su estado gracias a manos privadas. Una familia noble de la zona, los Nisbets, prendados por las vistas que unas tierras tenían hacía el castillo, la compraron en 1660 y por su cuenta lo mantuvieron, incluyendo el cuidado de los enormes jardines, generación tras generación hasta que el gobierno, reconociendo su labor se hizo cargo del cuidado del mismo.
El castillo está en ruinas, pero más que visitable y en mejores condiciones que muchos otros que he visto ... es más fue uno de los más agradables de visitar, por donde se encuentra, sobre una gran roca en el medio de un gran parque.