Sobre una colina en lo alto de Cardona se encuentra este castillo.
Una fortaleza casi inexpugnable que se encargaba de vigilar y proteger la cercana y mastodóntica mina de sal, cosa que en un momento era tan apreciada y valiosas que llevó enorme dinero a la zona.
El castillo que alberga un parador, está lleno de rincones e historia (algo a lo que nos tienen acostumbrados los Paradores) pero las vistas desde allí son espectaculares. Especialmente si puedes subirte a la torre principal donde tienes una vista de 360º. El castillo es además igual de impresionante desde la lejanía, gobernando toda la zona.