Trato desagradable.
Reservamos con dos días de margen. Al llegar nos situaron en una mesa que empezaba a dar el sol. Les dijimos que nos pusieran el toldo pero que en breve nos iba a dar el sol. Nos indicaron que nos pondrían una sombrilla porque al ser ocho e ir con niños no tenían otro sitio. No nos ponían sombrilla y nos indicaron que esperáramos para que nos dieran una solución. La solución no llegó. Un trato muy desconsiderado. Tuvimos que poner hoja de reclamación y no llegar a los postres. Les dio igual que a los niños les diera el sol. El dueño únicamente se dignó a salir para traer la cuenta. Parece que lo único que les preocupaba era la cuenta.