Pedro Jareño
Nunca había disfrutado de un ...
Nunca había disfrutado de un alojamiento de agroturismo. ¡Y qué maravilla! Es algo que os recomiendo hacer encarecidamente. Es como remontarse a nuestros orígenes. Sobre todo en mi caso, que mi padre es manchego (muy cercano a donde me alojé).
El señorío de Monterruiz es una antigua casa local con varios siglos de historia que ha sido acondicionada para poder disfrutarla al máximo. Allí, todo lo que se consume es casero: Desde el pan hasta los huevos pasando por la codorniz o la leche. Lo que se precie.
Pero es que, además, los dueños son de esa gente que ya no queda: Amables, simpáticos, divertidos, acogedores…
Es de esos lugares que te da mucha pena dejar y en los que te quedarías a pasar una semana de descanso y relax.
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