Nada recomendable. Mi peor experiencia en un hotel
Lo bueno: el hotel es bonito y la decoración muy cuidada. Lo malo: todo lo demás: habitaciones frías (con aire acondicionado sólo en la habitación, que no está encendido cuando llega el cliente, y sin calefacción en el baño, que es muy grande y se condensa la humedad), olor a humedad en las habitaciones, una cama durísima, cortinas de la bañera con moho, desayuno poco variado... Lo peor: que nos echaran la bronca por llegar a la 1 de la madrugada un sábado... Habíamos pasado por la mañana para hacer la entrada, antes de ir a pasar el día visitando Lisboa. Cenamos en la ciudad, dimos un paseo, y cogimos el coche para volver al hotel, y nos perdimos, porque el hotel no está fácil de encontrar y menos de noche.Al llegar al hotel era la 1:15h, y teníamos que llamar para que nos abrieran la valla para meter el coche y ataran al enorme mastín que suelen tener suelto por el patio.