Como en casa
Estuvimos en esta posada alrededor de dos semanas, el trato del personal era excelente. Las habitaciones estaban decoradas al estilo rústico y con unas vistas espectaculares a los pastos, estaba todo limpísimo. Había una sala común dónde tenían juegos y los desayunos eran impresionantes, muy abundantes y viendo las vacas de buena mañana. Buen sitio para establecer la base y moverte por toda Cantabria ya que está bien situado, al lado de Cabezón de la Sal. Sin lugar a dudas, recomendable 100 %.