Oscar Peciña Iturbe
Golf, bodegas y descanso
Que más se puede pedir!!! Venia reventado, de una racha malisima de trabajo. Llegamos el viernes por la noche, a eso de las 10. Dormimos hasta las 11, salimos a jugar al golf, sin prisas, sin colas. Por la tarde visitamos una bodega preciosa, a escasos 10 minutos. Fin de semana perfecto.