Muy recomendable
Merece mención aparte el tema gastronómico de esta posada con unos dos años de existencia renovada, ya que el edificio data del siglo XIX. La Fondica es llamado el restaurante de la fonda. Los fines de semana el comedor con un amplio ventanal dando a la sierra de Javalambre se les queda pequeño, y tienen que emplazar a los comensales más tardones en otra estancia enfocada a sala de reuniones del hotel.
El trato del servicio es exquisito y amabilísimo, la decoración con gusto, y la comida ofrecida en un menú de 18 euros con varios platos para elegir y con un Somontano de lo más gustoso, es una delicia.