Casa Quintanilla

Paseando por el centro de Burgos, por una calle estrecha y peatonal, la calle de la Ploma, enfrente de la majestuosa catedral, me topé con una tienda de comestibles muy especial. Entre otras cosas no ofrece las famosas morcillas y quesos de Burgos, legumbres, licores y ante todo podemos disfrutar de la simpática compañía de la dueña que nos atiende con profesionalidad y una bonita sonrisa. Si pasáis por Burgos no os lo podéis perder.

A todos aquellos que visiten Burgos, no pueden irse sin antes visitar la majestuosa y elegante tienda del 18 de la calle La Paloma: “Casa Quintanilla”. Sus productos, de primerísima calidad y a un precio inmejorable. El trato que recibe el visitante, calor de casa con notas de cariño y dulzura. El gusto se convierte en arte, del que se impregna uno con elegancia, bien estar y fina estampa, que transmite sobre todo su dueña, cuyo trato es personalizado y muy profesional. No entendería que nadie pueda tener una opinión distinta a la mía. Ojalá pudiera encontrase uno más sitios como este. Claro, lo

Una amplia selección de productos típicos burgaleses (y españoles) al lado de la Catedral.

Licores, quesos, embutidos, morcillas de primera calidad. Y el chocolate, onzas como puños, pero sin perder un ápice de sabor.

Una tienda de las de toda la vida, pero con una apariencia totalmente nueva. Muy recomendable para aquellos que visiten Burgos.

Siempre que paso por allí me dejo caer para comprar algo y me siento como en casa.

He vuelto a esta encantadora tienda 6 años después de venir por primera vez. Quería volver a probar las magníficas morcillas burgalesas que se venden y los “socorritos” (lacitos de hojaldre).

Además la tienda es muy bonita, perfectamente decorada, sobre todo para la Navidad. Y la señora que atiende es encantadora, muy atenta y entrañable. Merece la pena charlar un ratito con ella. Pero ante todo sed corteses, ya que valora mucho la buena educación y saber estar (como debe ser).

Es una tienda cuyo escaparate llama la atención y en el interior tiene sus singulares productos (morcillas, legumbres, quesos, chocolates, etc) dispuestos con gusto. La dueña, simpática. Sin embargo, tened cuidado y no os dejéis engatusar. A nosotros nos colaron unos barquillos rancios. ¡Como los de toda la vida!, decía la dueña. Justo el tiempo que debían llevar en la tienda, además de estar hechos añicos.

No salgáis sin comprar nada, os mira mal la dependienta mayor, le dices adiós ni te contesta y luego te critica con el siguiente cliente sin salir tu. Es increíble, además te quiere vender lo más caro sin darlo a degustar. Decepcionante.

Lugar a entrar si se visita Burgos. Productos excepcionales y de alta calidad. En su interior, con una presentación magnífica, a uno le apetece comprar todo.

Trato muy bueno. Me ofrecieron probar diversos productos. Espero regresar pronto.

Anécdotas, historias y una atención cercana y divertida mientras no deja de sonreír.

Entramos a preguntar por la mejor morcilla del mundo y acabamos saliendo con quesos, cecina, piparras...

La mujer que despacha te intenta vender cualquier cosa, cuidadín.

Allí se puede comprar quesos, morcillas y otros.

La morcilla puede estar buena pero ya tendría que estar muy buena para compensar la intransigencia de su dependienta.

Tienda con magnífica presencia y excelentes productos típicos del área burgalesa.

Me ha encantado mis compras.

La atención personalizada es fantástica pero sobre todo el producto: los embutidos , las legumbres...y , por supuesto,la morcilla. La grande - con tripa natural - es una obra de artesanía.