La casa particular Roselia
Llegamos a Morón a la 1 de la tarde después de tomar 2 autobuses distintos desde la ciudad colonial de Trinidad, primero uno de la empresa Viazul hasta Ciego de Ávila (la capital de la provincia) y luego uno provincial (de los que se supone que los extranjeros no pueden tomar) hasta Morón, una pequeña ciudad sin ningún encanto especial pero que nos serviría de base para ir a visitar por nuestra cuenta, cayo Guillermo.
El bus nos dejó al lado del hospital y desde allí nos pusimos a caminar en busca de alguna casa particular. Empezamos a ver algunas pero para nuestra sorpresa solo aceptaban a cubanos pero después de preguntar un chico nos llevó hasta la casa de Roselia, una de las pocas casas de Morón con licencia para extranjeros, al menos en aquella zona de la ciudad.