Llegamos a Casa Nene después de nuestra ...
Llegamos a Casa Nene después de nuestra excursión por el macizo de Anaga, y tras preguntar a un lugareño donde se podía comer bien. Este restaurante ocupa los bajos de una casa, en cuyo patio se puede dejar el coche. Comedor amplio, con una barra de bar, mesas con un espacio suficiente y servicio rápido y atento...Y lo mejor, no dejan fumar. Ahora vamos con la comida. No hay menú, si muchos platos en la carta a precios más que razonables, así que pedimos un poco de todo para los cuatro que íbamos, lo que resultó demasiado dadas las generosas cantidades que nos sirvieron: Carne guisada con papas, chuleta de cerdo, costilla del mismo animal, salchichas, garbanzas, queso blanco, una ensalada con fruta. Todos los platos estaban buenísimos y sobró comida, la carne, a la brasa estaba tierna y sabrosa, las patatas fritas en su punto, porque parece una tontería, pero no se si os habréis fijado lo difícil que empieza a ser comer unas patatas fritas como dios manda.