Hogar de comerciantes
Lo cierto es que pasear por la bonita Koprivshtitsa es suficiente para que merezca la pena visitar esta ciudad. Sin embargo, si uno no entra en alguna de las muchas casas museo que hay por la población se perderá la oportunidad de conocer el modo de vida de los ricos comerciantes que vivieron en este lugar.
La casa Oslekova se edificó en 1856 para Nencho Oslekov. Desde la calle es imposible distinguir la casa museo. La puerta suele estar cerrada, hay que llamar al timbre para que acudan a abrir y así poder entrar en el recinto de la que más que una casa es una mansión.
Se trata de una de las casas más bonitas y originales de Koprivshtitsa. Uno de los elementos más llamativos del edificio son las escaleras de acceso a la planta superior de la casa que están bajo un pequeño pórtico con tres columnas de cedro libanes. Sobre ellas unas preciosas pinturas representan tres ciudades. Solo puedo recordar que una de ella es Venecia. Y estoy casi segura que otra es Estambul.