Es como una especie de casa regional. El edificio donde está situada pertenece al siglo pasado y tiene una fuerte influencia árabe, es un lugar con arcos, patios y fuentes, tiene una gran escalinata de subida al piso superior. Durante el día hace las funciones de centro cultural y luego hay restaurante donde muchas veces se celebran bodas, merece la pena entrar para ver la arquitectura y decoración del edificio.
Comida tradicional, pescado fresquísimo.
Restaurante increíblemente bonito es una buena opción para comer en el centro de Lisboa. Es un agradable restaurante en la calle Rúa Portas de Santo Antao nº 56 muy cerca de la plaza de Rossio. Precios asequibles. Cuando entras no da la impresión de ser un restaurante tienes que subir a la planta de arriba.
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El sitio nos ha encantado, para nada era lo que nos esperábamos al ver MA fachada, es todo un palacete con distintas salas decoradas.
La comida no era lo que nos esperábamos, que aunque rica y con una atención exquisita, el estilo alentejano difiere del lisboeta que conocíamos, imprescindible visita.
Este restaurante sobre todo destaca por lo singular del sitio. Al llegar a la primera planta hay un patio árabe precioso y subiendo otra planta se accede a varios salones de fiestas preciosos y al restaurante, que tiene varias salas decoradas con azulejos portugueses muy bonitos. Además de poder disfrutar del lugar en sí mismo, la relación calidad precio es buena y tiene platos típicos del Alentejo. La repostería regional es espectacular. Además puedes pasear por todo el edificio tranquilamente y hacer fotos a tu aire. Muy recomendable.
El sitio es precioso, desde el patio en la planta baja ya quedas deslumbrado. Los salones del restaurante son dignos de visitar también. Sin embargo, la comida no nos pareció nada del otro mundo, los precios no eran económicos y el servicio muy lento. Hacía bastante frío en el salón y es muy ruidoso. Supongo que se puede subir a verlo sin tener que sentarse a comer.
Lo leí en esta página, que estaba recomendado. Iba en viaje organizado con Guía y se lo nombre que quería ir allí, ella no lo había visto.
Una sorpresa cuando traspasas la puerta, no te puedes imaginar lo que hay dentro. estuve en 2015 y vuelvo dentro de 1 mes, y espero ir allí.
Sitio magnifico para cenar, quizás un poco bullicioso, buena comida y una buena decoracion.
