Un respiro en el Centro de Caracas
Caracas luce congestionada a cualquier hora. La gente camina rápido, va y viene con sus propias prisas. En el centro de la ciudad, el ambiente es pintoresco. Hay ruido por todos lados, vendedores ambulantes llenos de curiosidades. Tengo la sensación que caminan por esas calles sin saber realmente por dónde están pasando. Ahí, en ese caos, en la esquina de Veroes a Jesuitas, se levanta una casa que sobrevive al paso del tiempo y cuyas paredes van contando su historia que data desde el año 1759. Desde afuera se ve sencilla: dos puertas de madera muy altas y una pared blanca, pero al cruzar ese umbral, el ruido desaparece. Es como pasar a otro siglo.