A gustito!!
Un lugar cálido y acogedor donde refugiarte del frío y de la niebla.
Es un sitio con mucho encanto. Se trata de la antigua casa de beneficiados de la Colegiata de Roncesvalles, del siglo XVIII. Son unos cuantos apartamentos preciosos, con cocina. Comparten instalaciones con un hotel de pocas habitaciones, al menos nosotros campábamos por las instalaciones a nuestras anchas.
Está decorado con mucho gusto, y son amabilísimos.
De hecho no habíamos reservado para cenar el menú de peregrino y preguntamos si nos podíamos comprar bocadillos en un bar (porqué allí no hacían) y comer allí, y no nos pusieron problemas.