Muy acogedor
La verdad es que lo decidimos todo bastante tarde para este viaje. Queríamos pasar unos días en Portugal conociendo esta zona y no teníamos muy claro por dónde empezar, en qué sitio alojarnos... Finalmente optamos por quedarnos unos días en Marvao como base para hacer excursiones por allí. Fue todo un acierto, tanto por el lugar como por el alojamiento. La verdad es que la llegada fue preciosa, hacía muy bueno y pudimos disfrutar de las impresionantes vistas desde lo alto de Marvao, una vez aparcado el coche al lado de Casa da Arvore. Para nuestra sorpresa, la dueña nos esperaba para el día siguiente, pero afortunadamente nuestra habitación estaba ya disponible y no hubo ningún problema, se disculpó por no tener lista la cuna que habíamos pedido para nuestro hijo, pero en seguida estaba montada.