Una sorpresa en el camino
Siempre había resonado en mi cabeza el nombre, no se por qué, pero lo asociaba a la imagen del paraíso, de las palmeras, de la arena blanca y el agua azul. Y curiosamente nunca tuve el empuje suficiente como para confirmar si mi imaginación tenía que ver con la realidad. Y creo que eso fue lo mejor.
Y no porque me haya llevado una mala impresión, muy al contrario.
Candidasa, que significa "Diez hijos" apareció ante mí casi sin esperarlo, aunque la había metido en la ruta un poco con calzador, desviándonos del itinerario normal.
Pero valió la pena, no me defraudó. Aunque con el adorno de varios losmen, que son una especie de Bed & Breakfast en versión balinesa, restaurantes y bares a ambos lados de la carretera, el lugar mantiene la quietud en el tiempo, y las imágenes que estaban en mi mente se volcaron en la realidad.