Callejón del oro

Dentro del Castillo de Praga, una de las atracciones turísticas que no podemos dejar de ver es el Callejón del Oro. Una vez entre, se verá envuelto en un ambiente curioso, sobre todo, pequeño. Se encontrará con pequeñas casas, cada una ambientada según la profesión que pudiese tener la persona que habitaba en ella (cocinera, costurera, sheriff, director de cine). Cuenta la historia que esta calle era el hogar de enanos y posteriormente de alquimistas. El propio Kafka habitó en esta calle por un tiempo. Recomiendo encarecidamente entrar a verlo, y perderse en los pequeños mundos de cada una de las

Fui a Praga con mis hijas. Cuándo llegamos, me quedé fascinada por la belleza de los edificios, las calles, las gentes. Todos los rincones de Praga son como un cuento de hadas. Nos sentimos seguras y arropadas por una sociedad que mima al visitante. Nuestro viaje fue todo un éxito, repetiré cuando mis nietos sean mayores, quiero vivir esa maravillosa experiencia con ellos.

Es el barrio más concurrido de los del complejo del Castillo de Praga. Se trata de la calle de las tiendas, en las que podemos encontrar souvenirs (el más típico las marionetas) fundamentalmente. Nosotros consideramos que fue el mejor sitio para comprar regalos para llevarnos a casa, por variedad y precio.

Asímismo, en el número 22 de la calle nació y vivió Franz Kafka, el gran escritor checo. Hoy en su mininuta calle se vender sus libros y otros souvenirs relacionados con el escritor.

Este bonito rincón dentro del Castillo de Praga, es una pequeña callejuela, junto a la muralla que mantiene el encanto medieval.
Se trata de pequeñas casas de llamativos colores que estuvieron habitadas por modestos talleres artesanos, sobre todo por orfebres. En una de ella vivió Franz Kafka.
Hoy vas a encontrar una bonita calle llena de tiendas de souvenir y artesanía, a la cual se accede pagando.

Este pequeño callejón ubicado en los aledaños del castillo, está formado por once casas, todas de diferentes colores y relativamente bajas que se hicieron populares ya que en el siglo XVI sirvieron de alojamiento para los guardias del emperador.

Pequeña calle dentro del Castillo de Praga que en la actualidad está llena de tiendas. Destaca por haber una de las casa de Frank Kafka. Es un sitio que está sobrevalorado.

Por la tarde es gratuito por lo que se recomienda ir en ese horario

Merece la pena un paseo por el callejón con sus casitas de colores de diferentes tamaños. En el interior la mayoría de las cosas son tiendas de recuerdos y turistadas por el estilo pero no está mal. Un poco cara la entrada.

Te sientes como un niño viendo casas antiguas en versión reducida pero únicamente es eso, casas pequeñas.