Belleza, historia, poesía y música todo en uno.
Originariamente muchas de las calles de España tomaban el nombre de los Oficios o de las Artes que allí se desarrollaban. Los mismos se agrupaban en gremios y aludían a las actividades y técnicas realizadas por el hombre. Muchas de esas calles aún conservan los mismos que remiten a dichas actividades pero en esta en especial las actividades u oficios eran diversos de allí la generalización. Llama poderosamente la atención del circunstancial paseante, a los que viven allí les pasa desapercibido, ver las rejas tan trabajadas con un busto en cada una de ellas como remate y un farol colgante, las molduras ricamente talladas en derredor de las mismas, los exquisitos balcones, los escudos ricamente trabajados al igual que los soportales de los ingresos. Seguir andando por su calle empedrada y descubrir los mosaicos de la época del Al Andaluz dentro y fuera de los comercios que exhibían sus mercaderías en las aceras: abanicos, manteles, chales y chalinas, bolsos y carteras, tarjetas de salutación, farolas de cobre y un grupo musical preparando sus instrumentos para interpretar melodías que supongo típicas. Realmente fue un verdadero placer ver tantas bellezas en ese tramo y recordar también cuantos escritores como Federico García Lorca y su “Es Verdad”: ¡Ay, qué trabajo me cuesta quererte como te quiero! Por tu amor me duele el aire, el corazón y el sombrero.
