Una calle de principios del siglo pasado ¡¡¡realmente increíble!!!!
Cuando llegamos a Almonte, cuyo nombre deviene del árabe, me sorprendió ver un pueblo conservado como si estuviésemos en a fines del siglo XVIII o principios del XIX, con sus calles de tierra, lindísimas y antiguas farolas, carretas, caballos, palenques donde sujetar los caballos, señalizaciones enlozadas o de cerámica y todo pintado en un blanco inmaculado.
En esta calle en particular se destaca el bellísimo edificio de la Hermandad de Jerez de la Frontera, con su azulejo de la Virgen del Rocío pintado por Antonio Muñoz Ruiz en la década de 1950. También podemos ver una Tienda de Recuerdos, la casa de Moda Flamenca Charro Qubero en el nº 19, en la que se ofrecen gran variedad de vestidos de baile en diferentes colores y múltiples volados, pantalones de montar, todo tipo de guarnicionería o talabartería en las que se destaca el arte de trabajar los diversos artículos de cuero o guarniciones para caballerías, monturas, aparejos, sillas de montar, botas de cuero (regalaban la grasa para mantenerlas), cinturones, sombreros y todo aquello necesario para utilizar no sólo en las festividades rocieras sino en el trabajo del hombre de campo dedicado a la ganadería, la agricultura, etc.