Belleza en estado puro
Desde el Mirador de la Cruz del Portitxol podemos disfrutar de unas maravillosas vistas que nos dan una idea de lo que nos vamos a encontrar. Tras haber fotografiado el impresionante paisaje, comenzamos a descender a pie, tomando el sendero de la derecha. El paseo es muy agradable incluso para los que no sean muy amantes del arte de caminar y en tan solo 20 minutos, más o menos, llegamos a Cala Barraca.
Allí descubrimos una playa de grava y piedras que suele estar poco concurrida, exceptuando los meses de julio y agosto, ideal para aquellos que huimos de las aglomeraciones y buscamos un poco de tranquilidad.