Siempre hay motivos para creer en el mañana
Uno de los momentos más esperados para los aficionados a la fotografía son las primeras luces del día, especialmente en ambientes marítimos como la Costa Brava. Después de quince días mirando el satélite, el último día de vacaciones era la última oportunidad para ir al Cap Roig de Calonge, uno de los grandes rincones de la costa catalana. Durante la hora y media de trayecto de noche no las tenía todas, pero una vez allí, pude comprobar que siempre hay motivos para creer en el mañana.