Excelentes y abundantes desayunos y esmerada atención.
Ubicada estratégicamente al lado de uno de los antiguos ingresos al que fuera el “Hospital Bazán” o “De la Encarnación” del siglo XVI y sobre la calle Arte, se encuentra esta cafetería que tiene un bonito y cómodo local convenientemente amoblado, con su barra de acero inoxidable en la que puede verse la tradicional canilla para tirar cerveza bien helada, una amplia pantalla de televisión y originales cuadros al acuarela.
Disponen de una muy cómoda terraza con blancas mesas, sillas y parasoles del mismo tono. Aquí sirven unos excelentes desayunos, como el café con leche que tomé acompañado de crocantes tostadas, tomate y aceite de oliva, y también disponen de un amplio menú tanto al medio día como a la noche y que puede acompañarse con la cerveza tirada bien helada que les mencionara, un fresquísimo vinito de verano o alguna bebida gaseosa.