Claudia Cristina
Una herejía en la tierra de los romanos
Este humilde café, con un nombre que recuerda un tanto a Egipto, es una de las grandes atracciones que hay para los turistas que visitan el Palcio de Diocleciano, en la ciudad de Split, en Croacia. Esto se debe a su privilegiada situación, justo enfrente del palacio de la catedral, y también a los cómodos taburetes colocados en la escalinata de la misma catedral,que le proporcionan un encanto muy especial al hecho de disfrutar allí de un aperitivo antes o después de un paseo por las calles llenas de historia de la ciudad. El nombre Luxor viene de los tiempos en que Diocleciano dio una pasadita por Egipto y decidió traer de recuerdo una esfinge que aún hoy, contrasta con la arquitectura romana del palacio de la catedral.
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