Caffè Florian

El Florian es sin duda el café más famoso e histórico de Venecia, en la mismisima plaza de San Marco.
La distribución interna es muy interesante, son pequeños salones abiertos a la calle que al fondo tienen un corredor que los une a todos. También se puede tomar el café en una inmenasa terraza, escuchando música (por la noche).
Está situado bajo las arcadas de la plaza, en el lateral más próximo al Gran Canal.
Tanto glamour se paga, un expreso 6 euros, un capuccino 9€,... Pero me merece la pena (solo uno, jajajaja).

Entrar en el Café Florian, en plena plaza de San Marcos, es imaginarnos como sería la Venecia del siglo XVIII, la decoración de sus magníficos salones es exquisita y uno puede evocar a los ilustres comensales que en su día se sentaron en sus mesas desde Lord Byron hasta Goethe, Balzac, Proust o Twain entre tantos otros.

Dicen que sentarse a tomar algo en uno de los cafés de la Plaza de San Marcos es una experiencia típicamente veneciana, yo más bien lo definiría como una” turistada”, bastante cara, por cierto, pero no más que dar un paseo en góndola por los canales de Venecia, al final todos lo hacemos y la verdad es que tengo que reconocer que el lugar tiene un ambiente muy relajante y que es una gozada disfrutar de un café o un té en pleno invierno mientras contemplas desde la calidez de su interior el trasiego de la emblemática plaza de San Marcos.

Quizás el café más antiguo del mundo, data del año 1720 y por sus mesas han pasado una infinidad de personajes influyentes de toda Europa.

Tuve la suerte de visitarlo en pleno Carnaval, y aunque un poco caro, merece la pena sentirse trasladado en el tiempo a la época dorada de la 'Serenísima'.

Fuimos como mandan los 'cánones', es decir, con nuestros disfraces 'venecianos', y no podría contar la cantidad de fotos que nos hicieron, una experiencia inigualable.
Recomendado 100%

La verdad es que podríamos haber disfrutado de un café en sus agradables veladores pero, eso sí, solo un café que dicho sea de paso valía 6 euros. Si embargo, optamos por tomar un helado y escuchar la música que ofrecía el local y contemplar el trasiego de turistas y camareros en el lugar. Refinado estilo veneciano "ma troppo" caro.

Fuimos al carnaval de Venecia y no podíamos perdernos la visita a este café, sin duda uno de los más antiguos del mundo, de los más caros un café nos costo un ojo de la cara, en particular no hay para tanto. Siempre que salimos al extranjero una de nuestras visitas obligadas es ir a una cafetería con encanto que a la vez te puedan ofrecer algo distinto o típico del lugar. Sin duda este café no reúne las condiciones que nosotros buscamos. Os aconsejo por buenas cafeterias Praga.

Incluso con los camareros, en los otros cafés de la plaza se observa la globalización, en este no, tuvimos la oportunidad de ver como un veterano le indicaba a un novato como atender, servir e incluso recoger la cuenta.

Claro si te sientas te cobrarán dos euritos por el café y 8 por la música. Aconsejo pararse a escuchar y mirar la plaza desde todos los ángulos.