Café de Flore

Bueno... El Café de Flore, en París, ni siquiera me pareció tan bonito. Más bien me pareció un antro elitista, con camareros estirados que sirven Möet & Chandon, descorchado con el ruido de un suspiro, a "snobs" y que colocan en tu mesa el cartelito de "reservado", estando tú de cuerpo presente, para que vayas dejando vía libre.

Creo que la única alusión a los escritores que lo hicieron famoso, mi único motivo para visitarlo y pagar 4€ por un café solo y 9€ por una caña, está en el menú y en una foto colgada en la pared, camino del baño. Decepción absoluta. Después de esto, pasé de largo ante el Deux Magots: no me iba a dejar estafar dos veces...

Muy típico y agradable para tomar un café. Quedé con unos amigos y no tuve que esperar nada. Me pedí un chocolat viennois buenísimo, hacía mucho tiempo que no me tomaba uno tan rico.

Es la cafetería más completa de Saint Germain. Este café era frecuentado por escritores y los célebres hombres de letras del París de los años 80. En este café se puede cruzar con periodistas, escritores, actores, etc. Además hay que señalar que los precios no son caros para un lugar tan bohemio como este.

Sirven el mejor chocolate, rodeada de la magia de Sartre y otros intelectuales que se reunían allí. Representa el espíritu bohemio de París.