ANADEL
Precioso lugar para recomendar
Es una de las brassseries más antiguas de París, este lugar está clasificado como monumento histórico y se conserva como en 1900, que es el año de su nacimiento.
Lámparas relucientes, espejos y mosaicos art decó, decoran este restaurante especializado en comida francesa con un servicio impecable, y buen y variado ambiente.
Hay un menú de langosta de lo más apetitoso a unos 50€ por comensal, pero si no quereis gastar tanto hay menús más asequibles.
Recomendables las ostras, los caracoles o el salmón en sus diferentes formas, la ternera estuvo mejorable, y como postre el souffle que te queman al momento, los crepes o la isla flotante.
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