Falda de respeto y burlas; desagradable
Ir a un restaurante para pasar una noche de cena y risas con los amigos y que se convierta en una desagradable elección, estropea la noche.
Nos vimos expuestos a burlas, malas contestaciones y mal servicio por parte del personal. Por parte de los camareros, obtuvimos malas contestaciones cada vez que se les preguntaba además de un servicio pésimo, ya constantemente, con muy malas formas, pretendían retirarnos los platos sin haberlos casi acabado.
Por otro lado, los segundos platos llegaron con más de media hora de retraso. Obviamente pedimos una hoja de reclamaciones y una vez más seguimos sufriendo los malos modos, soberbia y risas de los camareros.