Denso, salvaje y con mirones
Para acceder a Glen Duror y llegar a la casa de James of the Glen (algo así como Santiago del Valle), una vez estacionado nuestro vehículo, no queda otra que comenza a caminar y adentrarnos en el bosque que comparte nombre con casi todo en esta zona: pueblo, valle y refugio de montaña.
Bosques originales, muy antiguos y naturales. Enormes árboles nos acompañan por todo el camino, además de ríos, puentes, riachuelos y la sensación de ser observados en todo momento. Un poco al estilo de las películas de terror pero sin terror. Muy curioso. En Escocia un bosque natural es denso pero permite al caminante adentrarse en él. Si fuese inaccesible, sin duda es creación humana que replanta a saco sin medir ni nada para aprovechar el terreno, ya que estos nuevos árboles están destinados a ser talados algún día.