Tributo a un bosque quemado
En el año 2015 un incendio asoló un bosque y ardieron más de 1200 hectáreas. Un gran pérdida natural. Por ello, Marc Sellarès, bombero y licenciado en Bellas Artes decidió rendir un tributo a todos aquellos árboles desaparecidos convirtiendo el lugar en un bosque de cruces de madera quemada.
En total hay 1293 cruces, una por cada hectárea quemada en aquel incendio. Su altura varía, desde un metro hasta los diez de altura. Marc tiene claro que es una obra caduca y que el clima será el que hará que pervivan estas cruces más o menos tiempo.
Mientras tanto merece la pena pasar por el lugar, y si es una noche de luna llena mucho mejor pues es cuando mejor se aprecio lo que uno tiene delante.