Bolsa de Copenhague
Sin ser un edificio alto, aunque si ancho, sin tener un frente que llame demasiado la atención por sus adornos, columnas o esculturas, pero con un estilo muy, muy elegante, propio de países que han recibido sus ganancias del comercio, como Bélgica u Holanda, imponentes pero sin ostentar.
Así el palacio de la Bolsa, forma parte de un conjunto que completan el Palacio Real y la Iglesia de Holmen.
Por supuesto, nuestros ojos parecen embrujados por los cuatro dragones, que con sus colas enroscadas forman el tejado en pico de la torre de la Bolsa.