In vino veritas.
El universo subterráneo arandino guarda el tesoro de sus vinos, esta bodega en concreto data del siglo XV.
En su interior realizamos una magnífica cata llevada a cabo por Alberto que nos sirvió para aprender muchos aspectos del vino que nos son desconocidos a los profanos en la materia. los caldos excelentes como cabía esperar en la capital de la ribera del duero, además muy bien acompañados por unos soberbios embutidos ibéricos. A modo de broche una mini representación teatral que acabó por complementar esta visita.
Una de las mejores formas de experimentar el enoturismo, en