Dónde vamos Eva
El descanso del viajero
No era nuestra intención quedarnos a comer en este lugar, pero, un increíble bienestar se apoderó de nosotros y no tuvimos "más remedio" que sucumbir ante semejante oasis de paz, tranquilidad y frescor en medio del fuerte sol del Languedoc.
Al principio solo paramos para tomar un aperitivo (un fresquito Kirk, por supesto), y el sitio nos envolvió por su relax, por sus vistas, pero sobre todo por sus suculentas propuestas.
Un servicio excepcional, combinado con una sencillaz exquisita, sin grandes boatos a los que son muy dados en el país vecino. Des Goûts et des Coulours ofrece productos típcios de la zona, y sobre todo están especializados en postres caseros, que ya merecen una parada.
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