Es un lugar junto al puerto, un pasillo que da una vista privilegiada al mar, justo al lado de la playa de Poniente, bastante despejado y bello.
Lo que más me gustó fue el hecho de tener una vista limpia de la naturaleza marítima de Benidorm. Los barcos pasaban al lado de dicho pasillo. Es un mirador algo deteriorado pero en su antigüedad residía su encanto. Además, fue un día de tormenta, con lo que las vistas a la naturaleza del lugar fueron incluso mayores.