Una experiencia deliciosa, de 10
Una experiencia deliciosa, de 10, para repetir sin alguna duda.
En nuestro viaje a Budapest descubrimos este restaurante por casualidad de camino a la Basílica de San Esteban, situado en la calle Bajcsy Zsilinszky út, y quedamos encandilados por él.
En primer lugar debemos destacar la variedad de platos que hay en la carta y lo difícil que resulta elegir al tener todo tan buena pinta. La solución a este dilema que puede surgir a cualquiera y que nos surgió fueron sin duda los menús que ofrecía el restaurante con un primer plato, un segundo y un postre a elegir.
Pedimos dos menús distintos para poder probar más variedad de platos. Nuestros menús fueron los dos tradicionales húngaros que ofrece el restaurante, que sin duda fue una elección acertada.