Basilea

Mucha gente piensa erróneamente, al preparar su viaje a Suiza, que Basilea no vale la pena. ¡Error garrafal!
Esta preciosa ciudad, nos sólo sigue a Zúrich y Ginebra en población sino que es el único puerto del país a orillas del río Rin, lo que la convierte en uno de los centros de exportaciones del país y núcleo de grandes industrias farmacéuticas conocidas por todos como Roche o Sandoz.
El punto de encuentro de tres países es el enclave para el aprovisionamiento de materias primas de Helvecia. Esto es resultado de siglos de prosperidad económica y de una perfecta estrategia comercial que también trajo de la mano una espectacular tradición cultural y artística. No olvidemos que aquí estudiaron Erasmo de Rotterdam y Paracelso.

Pues bien aquí me quede en Basilea 1 día, bueno mejor dicho ni 1 día, esta en el norte de Suiza, visitemos un poco lo que es el centro y fuimos al mercado navideño de basilea, yo lo encontr muy original porque allí había un mercado navideño para los mas peques, y uno para los mas mayores, para los peques les hacían hacer pastelitos ponerlos en la leña, tenían trenecitos, y les hacían hacer varias actividades, para las familias que vayan con niños yo lo recomiendo mucho, hasta yo quería que me enseñaran a hacer pastelitos como los niños, jejejeje fue muy gracioso.

Basilea esta situado al norte de suiza tocando con Mulhouse(Francia) y Friburgo(Alemania), de allí viene el nombre del aeropuerto de Basilea.

Basilea es una ciudad del Noroeste de Suiza siendo la tercera ciudad más poblada del país con aproximadamente 166.000 habitantes. Limita con Francia y Alemania y da lugar al gran aeropuerto internacional de Basel-Freiburg-Mulhouse.

Mi visita a la ciudad fue corta. Primero visité Ginebra y luego fui en tren a Basilea. El tren en Suiza me pareció caro porque me costó ida y vuelta unos 80 euros (en 2007 ahora quizá haya cambiado) y tan sólo hay 250 kilómetros, ahora después de tantos viajes y sobre todo de Finlandia, me parece un precio normal.

La ciudad me pareció encantadora. Me alojé, al igual que en Ginebra, en un albergue de la cadena hihostels que estaba en la ciudad.

Caminar a cualquier hora del día por los entresijos de esta antigua ciudad es una delicia para los sentidos. Ya sea la arquitectura medieval, la estética moderna o la multiculturalidad en cada esquina, Basilea siempre ofrece una experiencia a escala humana llena de detalles que la hacen imperdible.

Lo que más me gustó,..., fue todo, simplemente todo,..., su gente, el respeto con que te tratan,...., la amabilidad, el silencio de sus calles,.., sus paisajes,..., su gastronomía,......, muy recomendable

Es una ciudad con muchísimo movimiento, mucha gente en todos sitios, lleno de tiendas de absolutamente de todo, tipo mercadillos callejeros, que no me esperaba en Suiza, no sé porqué! Las vistas al Rin son preciosas, su ayuntamiento colorido, y la gente en bicicleta que la hace un poco caótica.