Una jornada perfecta
Nada más entrar en San Andrés te das cuenta de que aún estando en plena capital de Tenerife, es totalmente diferente a los demás barrios. Olor a mar, mezclado con el olor a ( sobre todo pescado) de las cocinas de los restaurantes y una gran playa al final de la carretera. Un pulpito guisado con papitas arrugadas o unos churritos de pescado con una cerveza bien fría o un vinito del país después de haber estado dándonos un baño en la Playa de las Teresitas es simplemente, la gloria.