Barrio Georgiano

El gris casi omnipresente que sobrevuela la ciudad de Dublín es roto de manera sorpresiva por las puertas de colores del barrio Georgiano de Dublín. La monotonía de las fachadas de ladrillo queda rota con cada puerta que encontramos, alguans oscuras, otras de vivos colores, todas diferentes.

Con el color de las puertas se rompe la uniformidad de las fachadas de estilo georgiano que podemos encontrar en las manzanas que conforman la Merrion St. y la ST.Stephens Green N, además de mostrar el carácter de su propietario. Aunque las leyendas urbanas cuentan otras historias más truculentas de vecinos que borrachos e incapaces de reconocer la puerta de su casa, acababan acostándose en la cama con la esposa del vecino. Pintar las puertas de colores impediría nuevas confusiones.

Si en Londres tienen la casas victorianas, en Dublín tienen las georginas. Estas últimas son más sobrias, construidas en ladrillo, de varias plantas y con vistosas puertas de colores. El barrio en el que es más sencillo ver hileras de estas casas es en lo alrededores de Merrion Square, y si alguien quiere ver una por dentro se sorprenderá visitando la Casa nº 29, una vivienda georgiana convertida en museo y donde una guía incluido en el precio de la entrada acompaña al visitante por cada estancia explicando la función de cada habitación y de lo objetos que hay en ella.
Recuerda si vas a viajar

Uno imagina a Dublín una ciudad gris, con niebla y un horizonte oscuro. Y puede que sea en parte así, pero de repente uno va paseando por las calles de casas georgianas, y una tras otra se queda sorprendido de la intensidad de color de cada uno de sus puertas. Todos los colores tienen cabida: azul, rojo... incluso rosa. Seguro que llegar a casa cada tarde y abrir una puerta así alegra el ánimo...

Un buen lugar para no cansarse de hacer fotografías.