Barrio de Monserrat

Una vez este barrio de Buenos Aires se llamó ‘del Tambor’, porque allí vivían muchos descendientes de esclavos negros. De esto hace sólo un poco más de un siglo, aunque en Buenos Aires –como en el resto de Argentina- no ha quedado vestigios de su antigua población negra.
Monserrat es uno de los barrios más emblemáticos y sugestivos de la capital. Su historia está muy ligada a la del vecino barrio de San Telmo, con quien comparte su antigüedad y parte del casco histórico de la ciudad. El barrio, que tiene como eje de su estructura urbana a la Casa Rosada –casa de gobierno-, la Plaza de Mayo, el antiguo Cabildo, y la Avenida de Mayo, finaliza en la Avenida Entre Ríos, donde se emplaza el Congreso de la Nación. Salpicado de maravillosos edificios art-nouveau y neoclásicos (especialmente a lo largo de la Avenida de Mayo), Monserrat destaca por la cantidad de increíbles cúpulas que se recortan contra su cielo. A sus calles asoman varias de las iglesias más antiguas del casco histórico, entre ellas la de San Francisco, Monserrat, y Nuestra Señora del Rosario. El precioso Convento de Santo Domingo, inaugurado en 1783, guarda entre sus muros entrañables historias de la ciudad, especialmente de la segunda Invasión inglesa. En su interior se refugiaron los invasores, lo que causó que fuera sitiada por los patriotas que defendían la ciudad. Como resultado el convento fue semi destrozado, y aunque reconstruido, aún hoy pueden verse las marcas de las balas de cañón en su fachada.

Tanto del casco histórico, como de los lugares más de moda. Interesante a nivel cultural, por la arquitectura, la gastronomía, etcétera. Además, dentro del barrio se erigen edificios de gran valor nacional, como el Congreso de la Nación Argentina, Senado de la Nación Argentina o el Hospital Favaloro, además de su cercanía con la Casa Rosada, Cabildo, etcétera, todos musts para quien quiera conocer Buenos Aires en serio.
Antaño aún más refulgente, aún respiran en sus calles, entre otros secretos, demás lugares que han colaborado con la formación del carácter argentino, entre ellos algunos teatros clásicos, como son el Teatro Avenida, o el Empire (súper cerca del Teatro Colón también), conocidos gastronómicos y culturales, como Café Los Angelitos, Bar 36 Billares o el Café Tortoni, o edificios que supieron ser grandes rompedores de moldes en su época, como supo ser el Palacio Barolo, y otros edificios observables en la Avenida de Mayo principalmente.

El mejor barrio de Buenos Aires ubicado en el centro, allí se encuentra la casa rosada y a pocas cuadras del obelisco.