Bar Marruzuri

Hay situaciones que me dejan asombrada, estuve sola haciendo fotos con el trípode porque el pueblo es de excepción, calles repletas de flores, empedradas y bellamente iluminadas, y a eso de las diez pertrechada con todo el equipo pensé que era hora de tomar algo.

Me recomendaron el Txiqui, restaurante con barra de bar en el que me invitaron a irme porque no quería tomar el menú de tres platos de la cena, a continuación pasé al de enfrente, tampoco me quisieron hacer ni un bocata de queso roncalés, y no es porque estuviera lleno, la verdad es que no entiendo muy bien esa falta de hospitalidad en un pueblo que recibe a visitantes de fuera sin parar.