Para desestresar y purificar
Una de las partes más significativas del Alcázar de Córdoba son los baños reales que están en el sótano y que en este caso Alfonso XI respetó la construcción árabe de los baños anteriores. El origen de los baños árabes o hammam en España está en la Edad Media: cuando nadie se planteaba ningún tipo de higiene ni tan solo personal, la Córdoba musulmana contaba ya con más de seiscientos baños árabes públicos.
Los baños árabes tienen su origen en las termas romanas. Sus muros estaban alicatados y sus estancias separadas por arcos y columnas: los techos abovedados y con lucenas. Para el mundo islámico el agua es un don divino, pero también significa la sabiduría profunda y la pureza, la bebida por excelencia que apaga la sed del alma. Por ello el hammam su convierte en pasaje obligatorio para los grandes eventos de la vida: el nacimiento, la circuncisión y el matrimonio.