Bahía perdida y remota: Por poner un ejemplo
Una vez que pasamos la iglesia de Kildalton, en dirección Norte por la costa Este de Islay, se hacen notorios dos factores: el primero es que la carretera ya no es carretera y la segunda es que esta parte de la isla está compuesta de pequeñas bahías que se se suceden una tras otra. De todas estas, por su tamaño y vistas, la más relevante es la bahía de Claggain. Pocos kilómetros más al Norte, la carretera simplemente desaparece (al menos para vehículos).
Una de las caracteristicas de estas bahía es que son mucho más abiertas y accesibles que la de Lagavulin, por ejemplo. De esta forma nos encontramos que casi toda la bahía es prácticamente una playa con una porción minúscula de arena y una franja mayor de guijarros de tonos blancos. En muchos casos de ahí se pasa directamente al monte o a una pradera. Sobre todo, dan impresión de lugares remotos con difícil acceso donde es raro ver algún otro ser humano haciendo de las suyas. En mi caso particular, el estar allí me dio la oportunidad de apreciar el silencio tan especial que allí se da, con un poco de brisa del mar (un poco fría, pero bien) y un día muy bonito que me tocó, tuve suerte.