Nuestra gente, nuestra tierra, nuestras historias
De los múltiples museos con los que cuenta Nueva Zelanda, quizá sea el de Auckland el más cautivador.
Primero porque ya de entrada nos choca que la variada muestra de la cultura neozelandesa se encuentre encerrada en un edificio neoclásico que irremediablemente nos recuerda al memorial de Abraham Lincoln en Washington, por lo menos a primera vista, y no sólo el continente sino el espacio que lo rodea, ya que la zona del Domain permitió a su arquitecto dotar de un extenso campo visual sin árboles ni edificios que entorpecieran la grandeza de esta construcción que tuvo a bien coronar con una hermosa cúpula de cobre y cristal y erigir un cenotafio que es el lugar donde se celebran las conmemoraciones militares cada 25 de abril.